miércoles, 4 de noviembre de 2009

Futuro.

Buscando el Hoy encontré Pasado.

Reinados sobre cuerpos moribundos, ansiosos de comer, pensar, y ser. Los indecentes que miraban al norte con ojos empañados, y bronca, como causa bronca cuando muere un ave al querer volar.


Las casas de las grandes columnas puntiagudas sonreían, apañaban, aconsejaban, a los blancos del fusil. Los señoriítos de los largos paños negros se frotaban las manos, y robaban vidas en el nombre de la sistematicidad. Decían que era bueno que todo sea como dijo quien aborrecía su origen, el Padre de los Hombres. Preferían un perfecto círculo sin bordes harapientos, pues en ellos podrían llegar a ser colgadas sus más profundas miserias terrestres.


Las similitudes entre un buen bigote y la sangre derrochada es fácticamente mucha, aunque literalmente poca. La mano al aire, recta, como el ataque de un águila, de un águila blanca estadounidense. Los hongos de nubes, que tienen la capacidad de hacer actuar a los indecentes a través del terrorífico miedo y los hongos televisivos, que tienen la capacidad de institucionalizar nuevos reinados sobre cuerpos moribundos metiendo la sangre bajo la alfombra.


Blanco sobre negro, y norte sobre sur, y ruinas sobre ruinas. Ya no se vivía de la casa al trabajo, sino del trabajo a la casa. Ya no se levantaba para desayunar e ir a la escuela, sino para despertar e ir a trabajar. Y volver, e ir, y volver, e ir, dormir, comer, y volver, e ir, y volver, e ir, dormir, comer, y ya nunca sonreír.


La humanidad era una especie de línea punteada, personas una pegadita a la otra, pero sin mirarse, ni tomarse de las manos. El rió los arrastraba para el mismo lado, pero la avaricia y en algunos casos el miedo a la sangre era mayor. Parece que a los hombres de los largos paños negros el círculo se les desdibujaba y comenzaba a perderse entre los siglos del futuro.

Pero ¿Qué pasara con las cadenas? ¿Qué pasara con aquellas que no se ven, pero que se sienten? ¿Y los reinados? ¿Y el sur?

Buscando el futuro, no quisiera volver a encontrar el Hoy, el Pasado. Quiero encontrar la sonrisa, la vida, manzanas coloradas sobre grandes tablones, libros y orquestas por las plazas. Pico y pala, manos llenas, corazones vivos, brillos, tulipanes, y lucha. Quiero algo más que una sucesión de hechos, quiero una sucesión de triunfos, de cadenas rotas, de miradas que inspiren, y expresen. Quiero algo más que niños en la escuela, algo más que burbujas, y canciones de amor. Y quiero, como buen ser viviente, así me concibo. Más queriendo que pidiendo, tal vez exigiendo con grito de avance, con banderas en hilera, con lagrimas de sudor, y un sentir algo pisoteado .Realmente quiero el futuro. Quiero ese futuro que tanto vendrá. Quiero el futuro, el futuro para todos los sures.