martes, 1 de septiembre de 2009

Naturalizando las más extremas aberraciones.

La escuela. Sólo un buen rejunte de ladrillos y cemento,
una estructura en no-movimiento.
La noche era sólo su abrigo,
su medio amigo.
El hambre, el peor castigo.

Niño de cansados brazos,
de acotados sueños.

Canjeando una sonrisa dibujada,
por una moneda mal dada,
por una molestia secundaria.

Canjeando una sonrisa dibujada,
por un plato de vida,
por amabilidad bosquejada.

Sin reacciones,

Naturalizando las más extremas aberraciones.


Expresión por Vida,
que poca vida tiene,
si es vivida así.


Expresión por nulidad,
a cambio de coraje- ultraje.

Niño sin Expresión,
serás entonces.

Niño de Supervivencia,
serás entonces.

Expresión de Deseo,
de dejar de hacerlo.

Deseo de deseos,

También de aquello eres resultado puro.

Y los demás,
Apenas te siguen conservando
en tu Poca vida.


En tu cara manchada,
en tu estómago vacío,
en tu frío de noche,
en tu miedo desmedido.

¡En Violencia!
¡En Violencia viva!
¡En Violencia muerta!


Otros tantos se preguntan
¿Un aparato del paisaje?
Claro que no.

Ni siquiera comprenden tu paraje.


Un niño que deviene objeto con míseras oportunidades de mercado.

Humano-cosa, mercancía estrangulada.

Monopolios de vida.

Es continuar permitiendo,

Reincidiendo.

Es seguir ofreciendo

Vidas de Niños por Monedas.